¡Pellízcame! Esta editora no da respuestas minis
Raquel Martínez es editora del proyecto Wonder Ponder, una magnífica editorial que publica lecturas rumiantes a través de la filosofía visual. En este mundo cruel, aceptó esta entrevista en la que yo, persona, indagué un poco más en su oficio. Te invito a leerla, pensarla, compartirla o… lo que tú quieras.
¡Hola, Raquel! Estamos acostumbrados a escuchar a Ellen o a Daniela, pero a ti en ocasiones muy especiales. Cuéntanos, ¿cuál es tu rol en Wonder Ponder?
¡Hola, Carolina! Muchas gracias por sacarme de la madriguera e invitarme a tu blog. Mi rol es el de editora oficial del equipo, aunque Ellen y Daniela también ejercen como tales cuando es necesario y yo me inmiscuyo todo lo que me dejan en sus asuntos textuales y «dibujísticos». Pero por decirte algunas otras de mis glamurosas atribuciones (que para ser justas comparto con mis compañeras), además de editar, revisar y corregir imágenes y textos, también gestiono las relaciones con la imprenta y la distribuidora, preparo y envío paquetes, respondo todo lo rápido que puedo a los amables mensajes que nos llegan, me encargo de la parte administrativa, coopero con nuestra agente Claudia Bernaldo de Quirós para la venta de derechos internacionales, apoyo en comunicación… y otro sinfín de tareas pequeñas y grandes que me podrían ocupar las 24 horas del día si quisiera.
¿Cómo fue tu acercamiento al mundo de la edición?
Siempre me he sentido atraída por los libros, por su presencia física incluso (no me preguntes por el libro electrónico). Al principio pensé dedicarme a la investigación universitaria, pero un breve tanteo reveló inequívocamente que la vida editorial se adapta mejor a mi carácter inquieto.
Luego hice las cosas al revés. Empecé trabajando en editoriales de literatura «para adultos» y me cambié a la literatura infantil. Fue un momento en el que estaba medio indecisa con respecto a mi orientación profesional. Mi amiga Eva, con quien había trabajado antes, me llamó para que la ayudara a montar una editorial de literatura infantil, Narval. Tenía un poco de miedo pues, aunque de niña era una lectora obsesiva de literatura infantil, me parecía que no tenía los conocimientos necesarios para dar un paso así. Pero me animé, y me gustó tanto que terminé estudiando el Máster en libros y literatura infantil y juvenil de la UAB, haciendo cuanto curso se me cruzaba y familiarizándome con este universo y sus códigos, tan extrañamente distintos a los del mundo editorial «para adultos».
En más de una ocasión has comentado que te fascina la historia de la edición. ¿Qué personas, artistas o momentos históricos te parecen claves para comprender mejor esta profesión?
Esta pregunta me daría para una tesis… pero me contengo. Para mí los momentos más interesantes de la historia de la edición de literatura infantil son aquellos en los que la sociedad se cuestiona el concepto de infancia, de educación, de literatura, de la función social del libro. Ese cuestionamiento tiene consecuencias en formatos, tendencias artísticas, temáticas… Me interesa mucho lo que sucedió en Francia a raíz de Mayo del 68, la literatura infantil en el breve periodo de la revolución rusa antes de que Stalin prohibiera a los vanguardistas seguir con sus experimentos y decretara una vuelta al realismo. Me interesan todos los orígenes nacionales de la edición de libros para niñas y niños porque permiten asomarse desde un lugar privilegiado a lo que una determinada época entendía sobre la sociedad, el futuro, el arte. Editores que se me vienen a la mente: Ursula Nordstrom, la primera; André Hellé, Paul Faucher, Noel Carrington, Robert Delpire, François Ruy-Vidal y Harlin Quist, Daniel Goldin…
También, sabemos que tienes un lado frikie… ¿cuáles son tus juegos de mesa favoritos? ¿Qué hobbies tienes?
Sí que tengo un lado frikie, pero no he tenido la oportunidad de explorarlo con los juegos de mesa (aunque sospecho que ese friquismo en particular está ahí, agazapado en mi interior, esperando a ser descubierto). Mi lado frikie tiene que ver con la forma obsesiva en que me lanzo a los universos de ficción, en el formato que sea: cómics, series, libros, películas… los devoro.
¿Qué es lo más gratificante de trabajar en Wonder Ponder?
Sin dudarlo, trabajar con Ellen y Daniela y la libertad y el rigor con el que hemos afrontado la editorial. El descubrimiento, el riesgo, la emoción de trabajar con dos personas que se atreven a explorar y jugar; la suerte que tengo de estar tan cerca de su proceso de creación.
Imagen de Pellízcame, Ellen Duthie y Daniela Martagón.
De todos los proyectos de Wonder Ponder, ¿cuál significó, para ti, el proceso editorial más enriquecedor? ¿Por qué?
La serie de filosofía visual para niños es una fuente de aprendizaje editorial constante.
Cada uno de sus libros-caja ha supuesto un reto distinto. En Mundo cruel había que definir el proyecto entero, repensando para ello el concepto de libro y teniendo en cuenta ese título pero también toda la colección posterior, y sin saber muy bien cómo iba a funcionar el experimento. Yo, persona supuso una reformulación estética y conceptual, pero con el objetivo de mantener el espíritu del conjunto; con él pasamos el «síndrome del segundo disco». Lo que tú quieras fue una fiesta y también un dolor, porque había tanto material que el trabajo consistía en descartar. Y ¡Pellízcame!, por último, requirió el enorme esfuerzo de abordar la metafísica y hacerla interesante y relevante para personas desde cinco o seis años años hasta el infinito. En todos ellos la doble perspectiva filosófico-literaria y visual requiere que tus neuronas estén activadas al mismo tiempo para tenerlo todo en cuenta.
¿Hay alguna «caja» que sueñes con abrir en el futuro?
Además de las que están previstas desde el inicio, sobre felicidad y sentido de la vida y sobre posibilidad e imposibilidad, la que se nos ha colado ahora sobre filosofía política, que me apetece muchísimo, sería un reto de lo más interesante una sobre género.
Ya ha pasado un tiempo desde el nacimiento de la editorial. En un mercado con una producción tan abundante, ¿cómo ha sido la aceptación de una línea de filosofía para la infancia entre familias, docentes y bibliotecarios?
Desde luego que no podemos quejarnos. En general hemos tenido una acogida entusiasta y generosa. Muchas personas (cierta bloguera que presenta mundos incluida) han recomendado nuestros libros a los cuatro vientos, cosa que nos ha asombrado, alegrado y ayudado enormemente. Desde el principio hemos sentido que se entendía la propuesta, que a pesar de la peculiaridad del formato, del enfoque filosófico, e incluso de lo rompedor del tema del primer libro -la crueldad- los lectores infantiles y adultos captaban lo juguetón y riguroso, lo divertido y lo serio de lo que tratábamos de hacer. Y ver que conectas así es una maravilla. En bibliotecas, aunque ha gustado, ha sido más difícil entrar justamente por el formato, porque nos decían que las tarjetas sueltas eran difíciles de controlar, pero tanto las familias como los docentes se han apropiado de esta serie con mucha pasión.
Este curso, las librerías recibieron dos ejemplares de «mini», una nueva colección para la primera infancia. ¿Puedes contarnos cómo nació y se gestó esta idea?
Wonder Ponder mini nació de las ganas de hacer algo para lectores más jóvenes, para primera infancia o, como ponemos en los libros, para lectores de 0 a 5 años (y adultos juguetones). Y se gestó muy lentamente durante tres años en los que las palabras «variaciones» y «combinatoria» se mencionaron muchas veces. Al principio pensábamos en hacerlo en forma de juego de bloques de madera, también pensamos en una app. Luego decidimos retarnos a llevar todas esas ideas al formato de libro, y ahí están. Tan aparentemente sencillos que no sé si se percibe el tremendo trabajo de afinado que tienen detrás.
Sé que es difícil pero… ¿puedes darnos alguna pista de los proyectos futuros?
No creas que es tan difícil, nosotras andamos siempre proyectando, otra cosa es el tiempo de hacerlo todo… Este otoño comenzamos una nueva colección de exploraciones explosivas en torno a un concepto o una palabra. El primer libro se llamará Hogar, dulce hogar, y estamos ya sumergidas de lleno en él. Para primavera de 2020 habrá caja nueva, de un tema que se ha colado en la lista y nos parece fascinante y retador: filosofía política. Y a primeros de año tenemos previsto el lanzamiento de la escuela online de Wonder Ponder, con cursos sobre filosofía visual específicamente, y otros más generales sobre filosofía, literatura, arte e infancia.
¡Muchas gracias, Raquel!
«Los momentos más interesantes de la historia de la edición de literatura infantil son aquellos en los que la sociedad se cuestiona el concepto de infancia, de educación, de literatura, de la función social del libro».